Hola amante de estas épocas navideñas.
Y otra vez, como el año pasado con la historia de la Navidad y los
adornos, este año me voy a apartar un poco del espíritu habitual del blog y
dadas las fechas en las que estamos esta vez me centrare en los regalos y en
los generosos personajes que los reparten, y a ti ¿quién te trae los regalos de
Navidad?
A ver ¿por quién empiezo? Bueno, pues por el primero que llega, San
Nicolás, ese obispo que más tarde dio origen a Santa Claus
Procedente de Patara, actual Turquia, cuenta su leyenda que habiendo
quedado huérfano siendo muy joven y siguiendo los mandatos de Jesus, porque su
educación había sido muy religiosa, de “vende todo lo que tienes y dale lo que
obtengas a los pobres” renunció a su herencia en favor de los más necesitados y
llegó a ser obispo de Myra. A su alrededor surgen leyendas que sustentan su
fama como la que dice que salvó a tres jóvenes de ser vendidas como esclavas,
dándoles una dote, que parece ser dejó ante la chimenea en un saco o en algunas
versiones tiró por una ventana cayendo sobre zapatos y calcetines, de ahí una
versión de lo de dejar zapatos y calcetines en la chimenea, otra versión a lo
de dejar los zapatos cuenta que se cree, deriva de la costumbre del siglo 15 en
los Países Bajos, en la que se ponía en la iglesia un zapato y en él, los ricos
hacían sus donaciones que se repartía el día 6 día de la muerte de San Nicolás,
entre los más pobres. Cuando la ceebración se convirtió en familiar los zapatos
se trasladaron a la chimenea para recibir regalos
Sobre San Nicolás otra leyenda
habla de Basilius un niño a quien salvó milagrosamente de la esclavitud
devolviéndolo a su casa, lo que le valió la fama de protector de los niños.
Sufrió la persecución romana a los cristianos y tras su paso por la
cárcel murió un 6 de diciembre, día en que se le conmemora y día en el que los
niños holandeses reciben sus regalos si se han portado bien porque en caso
contrario, vendrá acompañado del Krampus para dar una lección a los niños no tan
buenos
Santa Claus, el personaje de ida y vuelta. ¿Por qué digo esto? Porque los
emigrantes holandeses se llevaron a Estados Unidos donde fundaron Nueva
Amasterdam (actual Nueva York) a Sinterklaas (Sint Nokolaas) y después de un
“chapa-pintura” devolvieron a Europa a un personaje un poco, bastante, no,
muuuy diferente al Nicolás original. En un poema sátiro de Irving, en 1809, se
le describe como un duende con un sombrero azul de tres puntas, barba blanca,
chaqueta roja y calzas amarillas, más tarde, en 1822, Clark Moore basándose en
el personaje de Irving describe un Santa Claus más parecido al actual. La
figura actual llega de manos de Thomas Nast quien dibujó la base del Santa que
conocemos, basándose en el poema que Clark Moore escribió para sus hijas y que
casi no publica por lo frívolo del tema, lo pintó como un rechoncho y alegre
elfo de nariz colorada y barba blanca a quién dotó con la habilidad de usar las
chimeneas como entrada y salida para dejar regalos a los niños y es a Nast a
quien debe su traje rojo (lo de Coca Cola es una leyenda urbana), su casa en el
Polo Norte y hasta la figura de la señora Claus.
La publicidad de los primeros grandes almacenes en 1841 y más tarde, en
1890, una campaña del ejército de salvación en una recogida de fondos hizo el
resto para darle la apariencia y fama de la que aún hoy en día goza.
En el siglo 19 San Nicolás no sólo inspiró la figura de Santa Claus como
“regalador” oficial en Navidad, figuras similares surgieron en distintos
lugares como Chriskind o Kris Kringle en Alemania y Suiza, como un angel al que
acompañaba San Nicholas en su misión de regalos navideña, en Escandinavia un
simpático elfo, Julltomten con su trineo tirado por gansos, la leyenda inglesa
de Father Christmas o su versión francesa de Pere Noel son otras figuras del folclore
navideño
En Euskal Herria es Olentzero quien trae los regalos a los niños, un personaje de la mitología vasca muy relacionado con el fuego y el tronco del hogar, asociados al solsticio de invierno y que luego se han incorporado a las celebraciones navideñas. Se representa en forma de un carbonero que baja de la montaña, según la canción popular, para dar la buena nueva del nacimiento de Jesus y que entraba por las chimeneas a calentarse en el hogar y como agradecimiento, dejar presentes.
“Aditu duenean Jesus jaio dala
lasterka etorri da
berria ematera”
En el norte, Asturias y Cantabria
un personaje parecido al Olentzero:, el Esteru, que en lugar de
carbonero era leñador y que también vive en la montaña durante todo
el año, baja el día de Navidad a dejar los regalos a los niños.
Y llegamos a los Reyes Magos,
que ni eran reyes, ni eran tres a ciencia cierta, en realidad no hay mucha
información sobre ellos, de hecho sólo el evangelio de San Mateo los menciona
como unos magos del oriente que ofrecieron al niño oro, incienso y mirra, pero
realmente no se sabe de dónde procedían ni cuantos eran, según los sumerios
eran 12 y parece ser que fue el papa Leon quien estableció que los magos eran tres,
representando a las tres edades del hombre y a las razas que se conocían en la
época por lo que Baltasar no fue negro hasta el siglo 16.
A la sombra de los Reyes Magos surge la Befana, la bruja que se encarga
de repartir regalos entre los niños italianos y a la que, según la leyenda, los
magos en su viaje hacia Belén pidieron información para llegar a su destino,
ella no solo les dio información si no que se comprometió a acompañarlos. Les
dio comida y refugio, pero finalmente se negó a hacer el viaje por no dejar su
casa y los magos se fueron solos, pero la Befana se arrepintió y tras coger
unos dulces salió en su busca preguntando por el camino casa por casa y
agradeciendo la información con los dulces que llevaba. A día de hoy, la noche
del día 5 de enero, deja juguetes y dulces a los niños buenos y carbón, cebolla
o ajos a los malos.
Se la representa como una bruja con su escoba que le vale tanto para
desplazarse como para barrer su casa y con un saco en el que lleva los regalos.
También baja por la chimenea y como no le gusta que la vean golpea con la
escoba a quien pille espiando.
En Rusia una leyenda similar
cuenta que Babouschka dio a los magos una información errónea para que no
encontraran a Jesus pero que luego se arrepintió y aún hoy trata de remediarlo
haciendo regalos a los niños con la esperanza de que entre ellos se encuentre
Jesús y la perdone.
Ya ves que hay "regaladores profesionales" para todos los gustos ¿cual es el tuyo? Si conoces algún otro personaje que no aparece aquí, me lo cuentas.
De momento, te deseo una muy Feliz Navidad y un año nuevo lleno de buena salud y de ahelos al alcance de la mano
Gabon Zoriontsuak!!!
Ya ves que hay "regaladores profesionales" para todos los gustos ¿cual es el tuyo? Si conoces algún otro personaje que no aparece aquí, me lo cuentas.
De momento, te deseo una muy Feliz Navidad y un año nuevo lleno de buena salud y de ahelos al alcance de la mano
Gabon Zoriontsuak!!!
Hasta el próximo post!!!