Los objetos navales tienen ese
“no sé qué” que los hace tremendamente
atractivos para los coleccionistas. Un encanto que seguramente tiene que ver
con el romanticismo asociado a la navegación, sobre todo, a la navegación en
épocas pasadas.
Aquí encontrarás algunos de los
objetos que más se mueven dentro del mundo del coleccionismo.
Brújula o compas?
Vamos a ver, por lo que yo sé, el aparato móvil, es decir, el que llevas en la mano, en el bolsillo… para seguir una dirección “sin perder el norte” , eso es una brújula, el aparato instalado en un lugar fijo, como puede ser el puente de mando de un barco, eso, es un compas
Parece ser que fueron los chinos
los que, ya desde el s.I, usaban lo que podríamos considerar la primera noción de los aparatos, que
conocemos actualmente y que por aquel entonces no era más que una esquirla de
hierro imantada, que flotaba dentro de una pajita en un recipiente con agua. Claro que en cuanto se vio la importancia del
invento en la navegación se extendió su uso rápidamente.
Pero claro, no iba a ser siempre
una esquirla de hierro “flotante” y se fue perfeccionando, pasando a ser una
pequeña aguja y después ya se insertó una base circular con una serie de
direcciones.
Aunque no sería hasta el s.XVI
que los franceses introdujeron unas arandelas y pivotes que podían mantener la
brújula, en este caso casi ya más compas, en horizontal sin que se viera
afectada por los movimientos del barco. A partir de ahí, evoluciones pocas, salvo
que se instaló el compás en una especie de armario cilíndrico que lleva imanes
en su interior, la bitácora, y además tuvieron que incorporar dos bolas de
hierro dulce a los lados de la bitácora para estabilizar el magnetismo del
barco y proteger el compás más cuando los cascos de los barcos pasaron a ser de
metal en lugar de madera.
Los compases por su diseño y
encanto, son unas de las antigüedades navales más demandadas y en el caso de
las brújulas su tamaño, además de los precios, las hacen bastante asequibles.
Bitácora
Ya he comentado que la bitácora es el “mueble” donde va colocado el compás, es una especie de armario que tiene la altura suficiente para que el timonel del barco lo consultara con facilidad.
El formato de la bitácora era el
mismo para todas pero el exterior podía ir más o menos adornado o historiado lo
que también dependía de la importancia que tenía el barco en el que iba
colocada, lo que solía coincidir con la importancia del armador o empresa
propietaria. En ocasiones podían adornarse con incrustaciones de nácar.
Instrumentos
de medición
El
astrolabio
Parece que en la civilización griega ya se conocía el uso del astrolabio pero se perdió ese uso y fueron los árabes quienes lo reintrodujeron siglos más tarde.
Se
trataba básicamente de un anillo metálico circular marcado en grados y que
llevaba en su centro un índice móvil., una regla móvil. Esta regla era diagonal
y se movía de arriba abajo hasta que se alineaban el sol y el horizonte.
El
astrolabio como antigüedad tiene que mencionarse pero si hablamos de
coleccionar hay que decir que los pocos que hay están en museos o en
importantes colecciones privadas, en su mayoría datan del s.XVII.
El
cuadrante
El cuadrante debe su nombre a que es un instrumento triangular que equivale a un cuarto de circunferencia. La base del triángulo que en realidad es un arco, está graduada y en uno de los lados hay dos digamos “mirillas” que se han de situar buscando el astro a partir del cual obtendremos la lectura de la posición que se mide con una plomada que cuelga desde el vértice del triángulo a veces se usaban de un tamaño que hacía que lo tuvieran que usar entre dos personas una que sostenía y otra que hacía la lectura. La mayoría de estos instrumentos estaban hechos de madera de palo santo con una escala grabada en madera de boj aunque se pueden dar en muy contadas ocasiones en madera de peral y hasta en marfil. Es posible encontrar alguno en el mercado que por lo general datará de los s. XVI – XVII
La
vara de Jakob
Es otro de los instrumentos a mencionar pero muy difícil de encontrar como elemento de colección, fue el instrumento sucesor del astrolabio y media el ángulo de elevación de los astros, se trataba de una vara principal sobre la que cruzaba otra vara más pequeña quien lo usaba, miraba desde el extremo de la vara principal colocado en la mejilla y movía la pequeña que la cruzaba hasta que la parte inferior coincidía con el horizonte y la superior con el astro sobre el que se medía. Esto representaba una desventaja porque había que mirar directamente al astro lo que en algunos casos era imposible y en otros, peligroso como mirar directamente al sol.
Octante
y Sextante
Una nueva concepción de instrumentos hizo su aparición
a mediados del s, XVII e incorporaban las novedosas ideas de las leyes de la
reflexión. Con ellos se podían medir ángulos de 90º su forma triangular tenía
un ángulo de 45º lo que abarcaba un cuarto de circunferencia. Era más preciso
que los instrumentos anteriores y de más fácil manejo lo que hizo que fueran
producidos comercialmente. Los primeros se hicieron de latón, eran pesados
y dificultaba su manejo la gran
resistencia que ofrecían al viento, así que pronto se empezaron a aligerar con
la fabricación en madera y radios de latón,
Los octantes y los sextantes coexistieron en el tiempo
y la mayor diferencia radica en que el sextante lleva un nonio (suena rarísimo
pero no es más que una pieza que se pone sobre una regla para apreciar se un
modo más preciso las fracciones de las divisiones. Este nonio hizo a los
sextantes más precisos y además se pudieron hacer instrumentos más pequeños.
El sextante se ha convertido en uno de los
instrumentos más populares a la hora de coleccionar instrumentos navales. Tienen más valor si se
acompañan de su caja de madera y como siempre, hay que tener en cuenta el
estado de las piezas.
El
cronómetro
Los
instrumentos que he mencionado hasta ahora medían la latitud ahora hablaré de
la longitud, es decir, la distancia hacia el este o el oeste desde el meridiano
0 o meridiano de Greenwich.
En
un principio la longitud se medía con relojes de arena lo que no resultaba muy
preciso aunque los relojes que se usaron después tampoco lo mejoraron mucho ya
que eran susceptibles a los cambios de temperatura y el movimiento del barco.
Pero entonces se desarrolló el cronómetro marino capaz de mantener la hora
exacta en todo tipo de condiciones. Estamos a mediados del s. XVIII. El
mecanismo iba en un recipiente, por así llamarlo, de latón con una caja
exterior de madera de caoba coromandel o palo de rosa con cantoneras reforzadas
en latón. Solía llevar una esfera más pequeña debajo del 12 y otra sobre el 6 una indicaba los segundos y
la otra se sabía cuándo había que dar cuerda.
Otros
instrumentos de navegación
Cartas
náuticas
Estos
“mapas de los mares y océanos” son unos de los objetos más decorativos una vez
enmarcados. Son en realidad documentos oficiales que se deben llevar a bordo
obligatoriamente. Se actualizan y corrigen pero las fechas de corrección
aparecen en la misma carta, por lo que para datar una carta hay que mirar la
última fecha de actualización que aparece en ellas
Un
instrumento indispensable a la hora de trabajar con las cartas náuticas es el
compás de puntas, muy comunes en el mercado de antigüedades, también reglas o
transportadores de ángulos.
El
telégrafo marino
El
telégrafo marino era un aparato de comunicación entre el puente y la sala de
máquinas, Para ello el telégrafo “principal” por decirlo de alguna manera
estaba instalado en el puente y una réplica más pequeña iba instalada en la
sala de máquinas. Con el telégrafo se decía a la sala de máquinas la velocidad
requerida en cada momento. Se trata de una esfera tipo reloj colocada en una
base con una palanca que indica según donde se coloque la orden que el capitán
quiere transmitir y que se replica en el aparato igual pero más pequeño
colocado en la sala de máquinas.
En
la esfera se puede leer en distintas posiciones:
Avante
toda / Full ahead
Avante
media / Half ahead
Avante poca / Slow ahead
Avante muy poca / Dead slow
ahead
Atención / Stand by
Para / Stop
Atrás muy poca
/ Dead slow astern
Atrás poca /
Slow astern
Atrás media /
Half astern
Atrás toda /
Full astern
Su uso
comprendió entre el S XIX hasta 1950 y se trataba básicamente de que cuando el
piloto quería cambiar la velocidad movía la palanca o el brazo del telégrafo a
la posición correspondiente en el dial o esfera lo que hacía sonar una alarma
en la sala de máquinas y una pequeña palanquita, en los primeros modelos
mecánicos, o una luz de posición en los
modelos más tardíos, se movía (en el caso de la palanquita) o se encendía (en el caso de los eléctricos) en el
telégrafo de la máquina en la posición correspondiente, entonces el de máquinas
movía su propia palanca a la posición de la luz o palanquita y otra luz se
encendía en el telégrafo del puente ( o a su vez se movía la palanquita) para
hacer saber que la orden había sido oída y entendida. Para una orden urgente la palanca se movía
varias veces para que la alarma sonara más veces y la sala de máquinas se diera
por enterada a la máxima celeridad lo que podía ser un problema con el ruido
mismo del motor
Otros objetos
coleccionables pueden ser los timones, las hélices o en su caso, artes antiguas
de pesca. En general todo lo relacionado con la mar y la navegación son objetos
muy codiciados no sólo por coleccionistas si no también por interioristas y
diseñadores por el gran juego que dan en el ámbito de la decoración.